Los vinos de Valencia, en este de caso de Utiel-requena cada día me gustan más, y hoy le ha tocado a “Carlota Súria Organic Bobal 2018”. Este vino toma el nombre de una de los gerentes de la bodega. Carlota, junto a Vicente García, el otro co-fundador, crearon La bodega “Pago de Tharsys”, siendo esta un referente en la zona, sobre todo en la producción de cava valenciano. Calota es farmacéutica de profesión, pero después de trabajar en la bodega Covivex, le entró el gusanillo del vino dentro.
Carlota y Vicente compraron una antigua bodega de 1808 en desuso, con 12 hectáreas y comenzaron este proyecto en el año 2002. Su cava se exporta a 25 paises, pero la comercialización de este producto para zonas que no son las clásicas es complicada y más ahora con toda la diversidad de clasificaciones que nos encontramos dentro de los espumosos en España.
Sea como fuere, la producción es ecológica y según las últimas conferencias, charlas y ponencias sobre el vino que estamos viendo estos días, el futuro es ecológico, sostenible y justo o simplemente, no será. Y es que el cambio climático es prácticamente irreversible y hay que, en la medida que sea posible dejar nuestra huella para, primero no aumentarlo y segundo, si se puede frenar o revertir.
Como os decía, yo he elegido “Carlota Suria Organic bobal 2018”. Y como no podía ser otra uva, es Bobal. Ya hemos hablado alguna vez de esta uva, de origen autóctono de esta zona, su origen es del siglo XIV. Variedad pura mediterránea, resistente a la sequía, al oídio, pero frágil ante el mildiu. De cepa austera pero muy resistente a los cambios climáticos y a las plagas. Racimos grandes y compactos que la hacen muy productiva. Hollejo grueso y duro, con gran cantidad de tanino y antocianos. Y sobre todo con una acidez bastante elevada.
Vino de color intenso, de nariz intensa con grosellas, ciruelas, la cereza propia de la variedad y algo de tostados. En boca es un vino contundente, donde la acidez está presente, pero está equilibrada con fruta madura. Es un vino persistente, donde las especies están muy marcadas y el postgusto es muy largo.
Este vino que no te deja indiferente y que te pide comida contundente para poder llevarla. Carnes a la brasa, estofadas, salsas intensas…. En mi caso, yo lo he acompañado con unas migas del pastor con verduras y tirabeques de temporada y huevo frito ¡
Un auténtico manjar por solo 9,80 €.