Le Blanc ! de Chartier !

François Chartier es uno de los sommelieres de moda que ha creado un concepto increíble tras muchos años de trabajo y ensayos. Es el creador de la conocida como «Sumillería molecular». Tras cuatro años de durísimo trabajo, elaboraron más de 1500 recetas con 1500 maridajes, lo que supone un torbellino de creatividad y de concepto aplicado a la combinación de vino y comida.

El concepto de «sumillería molecular» proviene del año 2004, cuando, Chartier vió claro que debía trabajar las armonías y empezó a estudiar las moléculas que dominaban en algunos vinos y comidas. Un ejemplo es que hay moléculas comunes entre un Sauvignon Blanc o un verdejo y la menta. Es por eso que el impacto aromático funciona tan bien al combinarlos. Al combinarlos el resultado es mayor que la suma de las partes y los aromas están más allá de los sabores. «Los aromas toman el control y crean la armonía». Es ahí el nacimiento de la «sumillería molecular». Este canadiense es autor de varios libros, siendo para mí el más importante «Papilles et Molécules». Ahora ha desarrollado una línea de vinos armónicos para intentar que la experiencia sea aún mayor.

El tandem vino-comida (maridaje) es algo básico y fundamental a la hora de llevar la experiencia gastronómica más allá del mero acto de comer o beber. Y el objetivo es siempre crear la armonía. Este vino es un reflejo del terroir y un nuevo concepto de vino en búsqueda de esta armonía que estamos comentando. Está compuesto de 60% Chardonnay, 20 % Garnacha blanca, 15% Roussane (uva procedente del Ródano) y 5% Viognier (Pays d’Oc IGP).

Esta combinación de uvas, con predominio de la Chardonnay y con la viognier que le aporta un tono aromático más amplio, nos proporcionan este vino con perfiles aromáticos de albaricoque, melocotón, miel, flores blancas, coco y algo de cítrico muy ligero. Es evocadoramente perfumado. Las uvas se cultivan en terrenos de piedra caliza, lo que le aporta una ligera mineralización al final. En boca es voluminoso, elegante, amplio, de paso lento que viene proporcionad por su paso en lías. Aparece de nuevo los albaricoques maduros, el melocotón suave y ligero tono meloso.  Un vino complejo, armónico, elegante y divertido a la vez. Y como de armonías se trata, es perfecto para combinar con Salmón, cangrejo, pollo, queso camembert, queso brie y por supuesto con los aromas que apreciamos, como el melocotón, albaricoque y coco.

Un vino elegante y con un nuevo concepto que podéis encontrar por 11.90 € y que os llevará a otra dimensión del vino.

 

SaLud.

 

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