Desde el asombro más positivo, acudimos a la cata de un Albariño que tiene nombre de Priorat. Desde la bodega Saó del Coster ubicada en Gratallops, Jordi Giménez nos explicó un Albariño que realizan en las Rías Baixas llamado «X». La bodega, creada en 2004 y perteneciente a un grupo suizo, es un microceller con una producción de 35.000 botellas, de las cuales el 70% está dedicado a la exportación.
Este Albariño es cosecha 2013, de cultura biodinámica, ha estado 6 meses sobre lías. A simple vista es un vino muy bonito, brillante de tonos dorados y en nariz es potente, con aromas a fruta tropical sobre todo piña, pero también se puede encontrar kiwi o lima. Al ser una añada del 2013 y su contacto sobre lías, hace que en boca sea muy redondo, tranquilo, con una acidez no elevada, siendo fresco pero a la vez muy suave sin molestar para nada esta acidez que habitualmente tienen los albariños.
Este vino es untuoso, cremoso, muy persistente de post gusto muy largo. Te va pidiendo más, y a cada sorbo quieres beber más.
Un albariño realmente bueno a un precio de 13,5€. Y es que vale más de lo que cuesta.
Esta bodega realiza un trabajo artesanal en sus vinos elaborados en el Priorat. La máxima expresividad del concepto Terroir, se encuentra en todos sus vinos, desde los de alta categoria, Planassos y La Pujada, y a los más que asequibles Pim Pan Poom, S, y Terram; elaborados en su mayoría por Garnatxa y Cariñena. Su cultura es biodinámica, evitando hasta el extremo el uso de herbicidas y pesticidas. Arando a la manera antigua de tracción animal y siguiendo el ciclo lunar en su explotación.
El vino que probamos a continuación es «S», de 2014, el cual ha permanecido en crianza de 12 meses pero en Inox, de esta forma, en nariz es un absoluto priorato, pero sin aparecer para nada la madera, siendo todo fruta. Está elaborado con un coupage de Garnatxa (50%), Samsó (35%), Cabernet y Syrah (10%/5%). En boca es suave, con cierta astringencia, pero que no molesta para nada. Es muy potente aromáticamente saliendo la fruta roja madura, las moras, las ciruelas. Y en boca es pura fruta madura y esa mineralidad propia de la licorella del priorato. Es un vino realmente bonito, que en una reunión con amigos podemos llegar hasta el final de la botella sin problema. Precio aproximado 17.5 €.
El siguiente vino es el «Terram», con una producción limitada de unas 5.000 botellas, es un absoluto priorato, desde ese color intenso, granatoso, con ribetes teja; pasando por ese aroma a mineralidad, a fruta compotada y esa madera propia de una crianza de 18 meses en barricas de roble francés. En boca es potente, estructurado, corpulento, denso, aterciopelado, realmente espectacular. Todo un priorato clásico de principio a fin, con una calidad suprema que hace que este vino sea una autentica joya. Al cual no le puede faltar una buena carne asada, o en estofado de compañamiento.
Cualquier elección que hagáis, no os defraudará.
SaLud