Si hay algo en el mundo del vino que siempre están un poco arriconados, es el mundo dulce. Los vinos dulces siempre han ido asociados a moscateles, vinos de misa y cosas parecidas, habiendo un mundo lleno de infinitas posibilidades y explorando un universo de sabores, olores y experiencias. Desde ElVillarejo.com vamos a comenzar una serie de post sobre estos vinos. Pero como no me gusta dejar lo mejor para el final, sino que comienzo directamente con él, que mejor forma de empezar estos breves post, que con un Xarada.
Una Mistela Negra del http://www.cellemasroig.com, de la http://www.domontsant.com. Un vino elaborado 100% con Cariñena. Y que pertence al tipo de elaboración de «vinos fortificados». Estos vinos son aquellos que se les añade un alcohol vínico antes o durante la fermentación para parar el efecto de las levaduras y generar así una cantidad considerable de azúcar residual, elevando el grado hasta un 15% y así se «fortifican» . En este caso se le añada antes de la fermentación. De esta forma lo que conseguimos es un vino muchísimo más estable que de otra forma de elaboración, sin que, una vez abierta la botella, pierda sus cualidades organolépticas durante bastante tiempo, oxidándose , pero nunca avinagrándose.
El nombre de este vino, es un termino catalán que hace alusión a la conversación. Recuerdo que tenía una profesora de filosofía que me decía, «Villarejo, hablas mucho y dices poco». Pero es que hay veces que no es necesario decir mucho, este vino te induce a hablar, a elevar la sobremesa a un acto semidivino, en donde el tiempo desaparece, los amigos se hacen eternos y las botellas acaban vacías. Y eso que todavía no os he dicho que podreis encontrar en él, pero basicamente son muy buenos momentos.
Por si alguien quiere saber algo más, os diré que es un vino que en nariz es salino, diferente, acidulado. Notas de fruta muy muy madura, pasas, ciruelas y de higos macerados. Huele a conversación entretenida entorno a una buena mesa, un fuego o al fresco de una noche de verano. Huele a amigos, parejas e incluso a soledad. Huele a delicadez, amor y simpatía. En boca es fresco, ligeramente dulce sin ser pesado, con fondo de sotobosque, fruta negra y paladar profundo. Sabe a miel, a postres y paciencia. Sabe a tiempo, relojes parados y partida de cartas y tarde de dominó.
En definitiva, sabe …. a poco.
Que lo disfrutéis !
SaLud
Muy buena presentación espero ansioso una cata de vinos dulces
Epero que la cata de vinos dulces haya sido de tu agrado !
Un saludo.
Alfonso