CoronaVinos (II): El cerebro digestivo

     Comenzamos fase 2 y el hecho de poder salir más a la calle, de poder ir a restaurantes, de juntarnos con amigos (recordad máximo 15 pax), … etc, nos va a dar un empuje de alegría y de entusiasmo increíble y necesario, que falta nos hace. Pero si además hubiera alguna otra cosa más que nos pudiera ayudar???. Aquí os dejo alguna pincelada desde mi humilde punto de vista del «cerebro digestivo». Yo no soy ni nutricionista, ni médico, ni nada por el estilo, pero aquí os dejo algún dato que ya es conocido y que se puede encontrar sin ningún tipo de problema. Espero que os ayude. 

     El sistema digestivo, tiene 200 millones de neuronas, lo que equivale al cerebro de una mascota, como un gato o un perro. Seres inteligentes, o al menos así los considero yo, porque deberíais ver a mi perra y mi gata. Si ellas son inteligentes , imaginad nuestro sistema digestivo. Se conoce como segundo cerebro o cerebro digestivo.

     La ciencia está intentando poner conocimiento a algo que ya sabemos de siempre y es que, cuantas veces no hemos dicho, “tengo los nervios en el estómago” o cuando alguien está nervioso/a y comenta que tiene “mariposas en el estómago”, ¿quién no ha tomado una decisión haciendo “de tripas corazón”?, hay veces que alguien se enfada y se le quita el apetito.

     ¿Os habéis planteado que nuestra personalidad no solamente depende de nuestro cerebro, sino de las millones de neuronas que habitan en nuestro sistema digestivo y también de las bacterias que hay allí?. Es curioso y es que nuestro intestino es básico para nuestra salud y muchos de nuestros problemas proceden de que su funcionamiento sea o no correcto.

     Comencemos a diseccionar lo más básico, la digestión. Es una acción que hacemos a diario y es difícilmente reproducible en un laboratorio, porque no nos olvidemos que digerir, es descomponer los alimentos al máximo para conseguir moléculas que el organismo sea capaz de absorber.

 

Cerebro

Si os fijáis, son bastantes parecidos.

     Si nos remontamos a hace millones de años, el cambio básico se produce cuando el hombre primitivo es capaz de dominar el fuego, creando el primer invento … la Barbacoa _!!!! ( Si, sé que no podéis evitar poneros a cantar la canción de Georgie Dann, como no ¡!! Todo un himno ¡!).

     Con la cocción de los alimentos, se hace una predigestión, lo que favorece que la digestión humana no sea pesada, sea más fácil y no requiera de tanto tiempo y gasto de energía. Una palabra que hay que conocer es “serotonina”. Es la sustancia que hace de neurotransmisor entre neuronas, es decir, la sustancia que permite que las neuronas puedan hablar entre ellas. Esta hormona es la responsable de regular el sueño, el humor, el apetito, la temperatura corporal, funciones intelectuales que en el cerebro equivaldría a bienestar y en el intestino, un mejor tránsito intestinal y mejor regulación de nuestro sistema inmunológico ¡! Ojo al dato ¡!! Porque el 95% de la serotonina se genera en el intestino ¡!!! Se vierte en la sangre y llega hasta el cerebro donde actúa en el hipotálamo que participa en las emociones ¡!! Ostras ¡!!! Alucinante ¡!

     Esta hormona, cuando se tiene déficit puede causar mal humor, dificultad para dormir, ansiedad e incluso depresión. La manera de aumentar serotonina es consumir alimentos ricos en triptófano como son pavo, pollo, leche, queso, pescado, huevos, nueces o maíz. Ojo que para sintetizar el triptófano, el cuerpo necesita ácidos omega 3, magnesio y zinc; presente en plátanos, nueces, legumbres y verduras.

     Una de las enfermedades que afectan más a esta sociedad es la enfermedad de Crohn o de colon irritable, sin incluir otros temas digestivos como la diverticulitis u otras complicaciones gástricas, ¿pero es posible que una mala alimentación, unida a un ritmo de vida llena de stress pueda hacer que aparezcan este tipo de enfermedades?. La mucosa del intestino, tiene una actividad mucho más “movida” en pacientes con esta enfermedad que con pacientes que están sanos. Esta “neurosis” se cree que viene desencadenada por stress o por algún trauma. ¿es posible que nuestro intestino no sea capaz de tomar decisiones pero influya notablemente en la toma de ellas?. ¿Es el intestino nuestra conciencia?, ¿Es el Yo del que hablaba Freud?, ¿Sería un Psicoanálisis Gástrico el que tendríamos que aplicar?

     Expertos han descubierto que enfermedades como puede ser el Parkinson, tienen en el intestino, las mismas características que en las neuronas cerebrales. ¿es posible que el análisis del intestino, pueda prevenir enfermedades mentales tal que el Alzheimer? ¿la bulimia o la anorexia nerviosa también tendrían algo que ver?

     En la china, donde la medicina tradicional ve al paciente como un todo, desde hace bien poco están utilizando la acupuntura abdominal con resultados increíbles. Se basa en que el ombligo (origen del cordón umbilical) y desde donde nace todo, es una zona increíblemente sensible y donde se pueden curar o mitigar enfermedades con este tipo de medicina alternativa porque están directamente relacionadas con el cerebro. ¿puede estas prácticas mejorar las funciones cognitivas y regular mejor las emociones?

     Vayamos a nuestras bacterias del intestino. Hay 100 millones de millones de bacterias las que habitan en nuestro cuerpo, la llamada microbiota. De ellas dependen muchos procesos de digestión, además del entrenamiento de nuestro sistema inmune. Hay experimentos en ratas que indican que la microbiota de un ratón tranquilo, puesta en un ratón agresivo, lo vuelve tranquilo y viceversa. ¿A alguien le ha venido a la cabeza la dieta probiótica?. No es más que una dieta rica en bacterias y levaduras que, supuestamente, son beneficiosas para la salud.

     Ahora están muy de moda alimentos que nos ayudan a mejorar nuestra salud, los D-tox, los lácteos tipo kéfir, etc. Hasta antes del Covid, una de las obsesiones que teníamos eran todos los productos healthy, menos azúcar, menos sal…

     ¿Es posible que la alimentación juegue un papel fundamental en tener nuestra flora intestinal saludable y así estar en perfecto estado anímico de nuestro cerebro?. ¿Puede ser que una buena alimentación haga que tu sistema inmunitario esté más fuerte para combatir enfermedades? Desde mi humilde punto de vista, sí. Una mejor alimentación mejora tu sistema inmunitario. Una alimentación basada en la tradicional dieta mediterránea, caldos, sopas y cremas de verduras, reducción de lácteos, o carne roja, es una de las claves, pero para eso están los nutricionistas!

     La ingesta de alcohol, obviamente es mala, como hemos comentado ya en otras ocasiones, pero, el hedonismo del consumo del vino y nuestro placer en el disfrute, ¿puede en realidad ser beneficioso?. Sinceramente, no lo sé. Solo puedo decir que una buena alimentación, equilibrada, sin excesos de comida ni de alcohol, nos produce una sensación de bienestar que nos ayuda a sentirnos mejor.

     Una buena alimentación ayuda a tener una salud de hierro. Es por eso que se insiste tanto en tener una alimentación equilibrada y  hacer ejercicio. “Mens sana in corpore sano”; mente sana en cuerpo sano, ya lo decía el autor romano Décimo Junio Juvenal en uno de sus poemas satíricos.  El consumo bajo en vino, hablando de un máximo de 14 copas en una semana, según un estudio del Kings College de Londres, indica que puede ser hasta beneficioso para el aumento de la flora intestinal, gracias a los polifenoles que lleva. Recordad que todo exceso es malo. Por lo que podemos llegar a la conclusión de que si mantenemos una dieta equilibrada, con una ingesta moderada de alcohol y practicar alguna actividad física, nuestra percepción del mundo será mucho mejor.

     Es por eso que os animo a que seáis felices, disfrutéis de vuestras familias, de los amigos y de vosotros mismos, porque recordad, que vida, solo hay una.

SaLud

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