Bebiendo Historia, Bodegas Bilbainas, Garnacha 100 % !

ace tiempo que estaba deseando beber este vino que lleva en mi bodega desde hace mucho, mucho tiempo. Hoy, estando en casa con la familia, ha sido algo curioso, puede que haya sido el destino. El vino no lo he elegido yo, sino mi mujer, quien ha bajado a la bodega, y ha subido diciendo, (y escondiendo la botella detrás suyo para que no la viera), «adivina que vino he subido» !!!! Y Ostras Pedrín, me ha venido un olor a bodega riojana, como cuando te adentras dentro de las bodegas antiguas, con esos olores a humedad y moho; me ha venido a la cabeza las veces que he visitado bodegas antiguas del estilo a viña Tondonia, Marqués de Riscal, o las mismísimas Bodegas Bilbaínas !!!! Y ni corto ni perezoso, le he dicho que el vino que era !!! No se lo podía creer !!! «¿Cómo puede ser que lo hayas sabido?, ¿la has visto, no???». Pues no !, pero creedme cuando os digo, que hay olores que evocan lugares, y este es sin duda uno de ellos.

Pero vamos con un poco de historia, Bodegas Bilbaínas se fundó nada más y nada menos que en 1859, por los franceses Sauvignon Fréres et Cie que escaparon de Francia por el Oídium, que hacía estragos en Francia antes de que llegara la temible Philoxera. Y 42 años más tarde, en 1901, Santiago de Ugarte Aurrecoecgea y su Primo Jose Angel Aurrecoechea, le dieron su vitalidad, forjando el carácter de la bodega. La bodega más antigua de Rioja, según el registro embotellador (el décimo de España) y  el número 2 en la D.O. Cava. Cuenta con 3400 metros cuadrados debajo de la bodega y la mayor poseedora de viñedos en Haro y como no podía ser de otra forma, la bodega está en el mítico barrio de la Estación. Recordad que las bodegas se ubicaron aquí, porque el tren era indispensable para la distribución de todo el vino generado  en La Rioja.  Y es que cuando la Filoxera se cargó los viñedos franceses y estos se instalaron en La Rioja, los vinos de aquí, durante mucho tiempo, tenían ese toque afrancesado. 

Las vías del tren pasaban por delante de la bodega y allí se cargaban las barricas, porque antiguamente, el vino se embotellaba en origen, no como ahora. En la mismísima Charing Cross de Londres, había una embotelladora, desde donde se distribuía para toda inglaterra. 

Pensad que las marcas míticas de la compañía vienen de antiguo, Viña Pomal de 1911, Viña Zaco de 1921. Se afianzó tanto que el monarca Alfonso XIII, eligió el tinto Ederra como vino de Palacio diario, ojo al dato !!!

Fueron además pioneros crear delegaciones en toda la península y en exportar vinos a América y al Reino Unido. Esto que hoy se considera prácticamente básico, en aquella época, mitad del siglo XX, era una auténtica locura !!! A donde van estos insensatos !!! 

Santiago Ugarte, Bilbaíno de nacimiento (Erandio) en 1867, fue una de las personas que mejor supieron entender lo que cambiaba y como poder sacarle rendimiento. Cuando en 1901 compró la bodega, a los 6 meses ya era rentable, y se puede ver en el resultado del balance con un beneficio neto de 344.231.70 pesetas. Esta alta rentabilidad ya lo comentaba la «Revista ilustrada de Banca, Ferrocarriles, Industria y Seguros» que decía:

«(tan alta rentabilidad) revela una inteligencia sublime, un tacto exquisito y un envidiable conocimiento del negocio, que sólo pueden ostentar personas que reúnan las brillantes aptitudes que para el efecto atesora el dignísimo Director gerente de esta Sociedad, D. Santiago Ugarte (…)»

Puede ser que todo esto fuera lo que hizo que se durmieran en los laureles y no vieran la evolución del mundo, el progreso de la viticultura, la innovación o las nuevas técnicas. Porque la empresa prácticamente la década de los años 80 y los 90 se lo perdieron. 

A principios de los 90, su vecino histórico, CVNE, les lanzó una OPA hóstil, la cual soportaron estóicamente y que, presumiblemente, les hizo pensar que había que abordar cambios de profundo calado. Lo cual les llevó a contratar al más prestigioso enólogo, José Hidalgo Togores. Presidente de la asociación madrileña de enólogos, miembro de la junta directiva de catadores de españa, mejor enólogo de 1987. Fue Director Técnico de bodegas Bilbaínas y cabe destacar su libro «Tratado de enología» del año 2004, que se encuentra entre las biblias de los que se dedican a la enología.

Pues como os decía, con el fichaje estrella de José Hidalgo, surgió «La Vicalanda 1991», que rápidamente se convirtió en un estandarte de la marca y que, a fecha de hoy, es uno de los vinos más reconocidos del mercado.

Pero pese a los esfuerzos de mejoras contínuas y constantes, la historia no perdona y la acumulación de problemas, hizo que en 1997, la bodega fuera vendida al grupo Raventós Codorníu. De lo acontecido desde 1997 hasta ahora es también otra historia a parte, que hoy, no hemos venido a contar, porque también tenemos para un buen rato. Es por eso que nos centraremos en el vino. Fachada

Bodegas Bilbaínas 100 % garnacha de cepas viejas, es un bicharraco de vino. Es un vino que derrama antiguedad por los cuatro costados. En cuanto lo abres, los olores de humedad te atrapan, pero es que luego se convierte en algo fino y delicado. Aromas de frutos rojos maduros, intensos y elegantes. Violetas, arándanos y frambuesas alrededor de un halo de elegancia y espíritu Riojano en todo su esplendor. En boca es amplio, fino, sedoso, elegante y tanino redondo. Es un rioja espléndido, antiguo, evocador, envolvente e intenso. Un transportador mágico a otra época, a otra forma de vivir las cosas, donde el tiempo se contaba por horas y días y no por segundos y likes en instagram. Una increíble experiencia de un vino de 10 años que está (estaba) realmente sublime. Y 40€ tienen la culpa si lo quereis disfrutar.

SaLud.

 

 

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