Méntrida… una gran desconocida !

          Aprovechando que ayer 18 de septiembre estuvimos en el programa de radio «A Mesa» en la humilde pero nada despreciable emisora de Sant Pere i Sant Pau en Tarragona, junto con unos aúténticos cracks, en la cual probamos cachaças muy interesantes artesanales , en el apartado de vinos, probamos un vino de la D.O. Méntrida, «Sotorrondero», Jiménez-Landi. La añada que probamos ayer fue un 2015, pero en la foto os he dejado el que probé que es del 2016.

          Para comenzar, tenemos que ubicarnos un poco. Adjunto la foto de donde se encuentra la D.O. Méntrida y lo que engloba. Espero que la imagen se vea bien. La D.O. Méntrida, se encuentra en Castilla La Mancha, al norte de Toledo. Cuenta con 51 municipios y hay entorno a 26 bodegas. Esta D.O. fue creada en 1976, por lo que cuenta con larga tradición, pero siempre se había especializado

 en venta de vino a granel o venta de uva a otras zonas. Desde un tiempo a esta parte es cuando están realizando vinificaciones espectaculares y una prueba es el vino que os dejo hoy.

          La bodega, Jiménez-Landi, (http://www.jimenezlandi.com) es un proyecto familiar que desde 2004, se ha dedicado a sacarle el mejor partido a la garnacha, buscando siempre el terroir y la variedad. Su filosofía, en búsqueda de vinos singulares, les ha llevado a lo natural, trabajando con levaduras autóctonas e intentando intervenir lo menos posible. El clima al que están sometidas las vides en esta zona, es un clima continental extremo, de veranos muy muy cálidos e inviernos muy fríos, con poca lluvia lo cual lleva a las cepas a su máximo nivel de stress hídrico.

         El vino que hemos probado es una joya, elaborado en tinas de 600 lt donde el aporte de la madera es fino, pero sin predominar, obviamente al haber mucha cantidad de vino por tan poca madera, es un frutal. Realizado con un 60% garnacha y un 40% Syrah, es  de  un color rojo precioso, en nariz es intenso con aromas de fruta roja madura, especies, y cacao. En boca es amplio, contundente, pero elegante, donde el tanino de la barrica es casi inapreciable, pero sale toda la fruta que hemos encontrado en nariz. Un vinazo que por 14 € podeis disfrutar como auténticos locos de esta D.O. que es desconocida para muchos.

        En la foto, si os fijáis, lo usamos para acompañar la cena, que fue una raclette suiza con vegetales. una combinación perfecta, fuera de las carnes o los pescados, en donde el vino lució con luz propia, sin quitarle protagonismo a la comida.

No dejéis de probarlo

SaLud

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